Verla contonearse airosamente en ese vestido rosa pastel, enervó los más perversos pensamientos de muchos funcionarios públicos. Inclusive, llegó a mover el atascado y colesteroso corazón de Carstens.
Sacré blue!
La copia de la copia
Hace 4 semanas
5 comentarios:
Seguro esto dio la vuelta al mundo! que joya
Me abrió el apetito. Ese Carstens, vaya, reitero que su embutida presencia es distinción de calidad.
tal vez no le ve el trasero. tal vez se sentó en una Venus de Milo hecha de jalea.
HERMOSO.
Perdón por comentar tan tarde, ya qué. Pero no tuvo madre. NADA de madre. Ni un gramo.
hahahaha, no habia visitado tu blog, esta ecselente
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